Como si se tratase de un culebrón de verano, del triple salto mortal o algo similar, se parece lo que están protagonizando todos los partidos políticos y, muy en particular, el ganador de las elecciones generales y también de las municipales y autonómicas, que es el PSOE, con su secretario general a la cabeza y con su ejecutiva federal. Todos los politólogos, analistas, periodistas, sociólogos y tertulianos de reconocida solvencia están asustados de lo que está ocurriendo en este país desde hace casi tres meses. Si con 123 diputados no se puede hacer una investidura para la Presidencia del Gobierno, ¿por qué el PSOE se empeña en hacer un gobierno monocolor, sin contar con Unidas Podemos, que aporta 42 diputados, y con el resto de grupos que le ayudaron a sacar a Rajoy en junio de 2018 del gobierno? ¿Qué ha hecho Unidas Podemos que enfada tanto a Lastra, Ábalos, Celaá y otras portavoces, como para no contar con ellos en su gobierno de coalición? No se entiende tanto empecinamiento y tanta superioridad y orgullo. No es de recibo este comportamiento y, tan es así, que si desgraciadamente vamos a otras elecciones, la derecha, que está a la expectativa, se unirá y nos va a pasar como en Grecia, en Francia, en Austria, en Hungría, en Italia y en los Países Bajos, que están renaciendo como los hongos y eso sería fatal para España y para todos y todas.

Señor presidente del Gobierno en funciones, reflexione, recapacite, sea valiente y haga las cosas con talento para que los que hemos votado a las izquierdas tengamos la oportunidad de vivir un poco mejor, de tener un trabajo digno, de que lo público esté a la altura y, en definitiva, que este país avance en libertades y en democracia plena. Esa y no otra es su principal tarea, señor Sánchez, y déjese ayudar por los mismos que le ayudaron en un momento de gran apuro, para usted y para su partido.