El negocio de los bancos consiste en coger con una mano el dinero que los ahorradores les dejen a cambio de un módico tipo de interés y, con la otra, prestárselo a quienes lo necesiten.

Sin embargo, ahora se están planteando cobrarnos por ello. Si pedimos que nos lo guarden a largo plazo, ¿puede llegar un momento en que la nueva comisión acabe comiendo los ahorros? Para evitar estas comisiones, ¿habrá que recuperar la tradición de esconder el dinero bajo el colchón?

Al parecer, no sólo los planteamientos de Vox nos retrotraen a los usos y costumbres de nuestras abuelas.