Justo este pasado fin de semana con masiva afluencia de visitantes y gran despliegue de eventos, disfrutamos de las magníficas Fiestas Medievales de Olite. La ciudad se engalanó y sus gentes cooperaron de diversas formas a que una vez más acogiera como siempre así ha sido, el recuerdo de sus reyes y el repaso histórico que con tanto esmero y generosidad hicieron grande nuestro viejo reino.

En uno de sus actos que el rey en su pregón proclamaba las Donaciones y reparto de tierras (Dono las tierras de Peralta? y las de?) y así sucesivamente que como tal constan en los viejos pergaminos del archivo, le faltó nombrar unas que él no iba a conocer. La Moraleja, propiedades arrasadas a estos vecinos por una pésima gestión urbanística desde el año 2008 hecha y dirigida por nuestros políticos y convertido en un gravísimo problema sin resolver. Ya es hora y después de once años. Que ya son años, ¿no? Les toca tanto a nuestro Ayuntamiento como a nuestro Gobierno el resolver y resarcir con justicia e hidalguía lo que tanto en sus discursos han prometido. Están para solucionar los problemas y no para crearlos. A Olite, esta magnífica ciudad espejo donde mirarse le falta limpiar esta mancha que desdice y no poco, a la sombra de su enhiesto y espléndido castillo.