Lo veíamos venir pero conservábamos la esperanza de no verlo. Este mes de septiembre pasará a la historia local como la primera vez en la historia que la fuente del Casco Antiguo de Berriozar, admiración de propios y extraños, situada en la ladera sur del monte Ezkaba-San Cristóbal, y la única que se conservaba de los pueblos de dicha ladera, se ha secado. Ni los más viejos del lugar (Margarita, 103 años), ni hemos oído nunca a nuestros antepasados que esto hubiese ocurrido. Una fuente que ha sido vida y oficio en tiempos no tan remotos, y que en invierno es digna de admiración con su zorroka a rebosar, ha dicho basta. Tenemos el consuelo de que de las fuentes de nuestro querido pueblo, la de Arizdi sobrevive de momento. Esperemos que la madre naturaleza nos quite pronto la tristeza que nos invade a los lugareños que tanto amamos nuestra fuente.