Son dos de los temas que más ocupan a nuestros diarios. En cuanto a Gloria, visto lo visto, habría que cambiar de nombre a esta borrasca, ya que nada más lejos de la gloria lo han pasado, a los que les ha tocado sufrirla, quizás un nombra más apropiado hubiera sido llamarla Dolores. Resulta curioso que nuestras féminas no hayan protestado hasta ahora, del por qué bautizamos a estos fenómenos atmosféricos, con nombre de mujer, cuando somos nosotros mucho más violentos que ellas.

En cuanto al pin parental, confieso no haber oído su nombre nunca, y al escucharlo por primera vez, pensé en el número pi, que recordaremos que es 3.14.16, utilizado en física, y en matemáticas, en trigonometría. Evitaríamos muchos enfrentamientos, si aplicásemos la lógica, y en este pin, referido a la educación de los niños, lo lógico es que sea misión de los padres, y sí además, los maestros colaboran, mucho mejor todavía, porque hoy por lo general y aun cuando sea una apreciación subjetiva ¡qué mal educados están! Gracias a una televisión por lo general impresentable, y un cine violento y nada ejemplar.