l Parlamento de Navarra ha aprobado unánimemente una declaración institucional de apoyo a campañas e iniciativas que buscan asegurar que empresas navarras cumplen el derecho internacional en los territorios ocupados palestinos.

La declaración, que salió publicada en el boletín oficial el 28 de febrero, fue presentada por EH Bildu, Podemos y I-E a iniciativa de la campaña contra la participación de la empresa vasca CAF en la ampliación del tranvía que conecta colonias ilegales israelíes con Jerusalén.

Para la construcción de la red de tren ligero de Jerusalén (JLR) Israel expropia tierras y derriba viviendas en barrios palestinos. La red es parte integral de la estrategia del Gobierno de Netanyahu de anexionar permanentemente los asentamientos ilegales que ocupan cada vez más territorio en Jerusalén Este y Cisjordania.

CAF, que tiene su sede en Beasain y una sucursal en Castejón, colaborará en el proyecto con la constructora israelí Shapir, que figura en la lista recién publicada por la ONU de empresas que participan en la ocupación y anexación ilegal de territorio palestino.

El proyecto es, por tanto, una clarísima violación del derecho internacional y un atropello a los derechos humanos del pueblo palestino. Una serie de empresas internacionales: Siemens, Bombardier, Macquarie, Alstom, Systra, entre otras, se retiraron del proceso de licitación, algunas citando explícitamente su preocupación por el tema de los derechos humanos.

Una delegación de parlamentari@s y periodistas navarr@s irá este mes a Jerusalén y Cisjordania para apreciar en persona el impacto del tranvía y para tener la oportunidad de escuchar la voz de las personas y comunidades afectadas.

La campaña CAF: bájate del tren de apartheid, que fue lanzada la semana pasada en el palacio Barrena en Ordizia, cerca de la sede de CAF, está secundada por más de setenta partidos, sindicatos y colectivos de Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca.

"CAF es una empresa que disfruta del apoyo de dinero público y que tiene un código de conducta que promete que la empresa y sus colaboradores guardarán un respeto escrupuloso a las leyes y los derechos humanos," dijo Txuri Ollo, integrante de la campaña.

"Tiene una cifra de negocios y una cartera de pedidos récord en su historia y el empleo está garantizado en sus distintas fábricas, por lo que no existe motivo ni justificación por involucrarse en proyectos de esta naturaleza," añadió.

La campaña señala que la multinacional Veolia tuvo que retirarse del tranvía de Jerusalén en 2015 después de sufrir una pérdida de contratos valorada en 20 mil millones de euros por el impacto de acciones del movimiento internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS). BDS es una herramienta que surgió de la sociedad civil palestina en 2005 que busca obligar al Estado de Israel a reconocer los derechos del pueblo palestino de gozar de igualdad y libertad y de poder volver a las casas y tierras de las que ha sido expulsado desde 1948.