Cuando vaya desapareciendo esta terrible pandemia, habrá que insistir de manera permanente sobre la urgente necesidad de, primero, potenciación y mejora de todas las agrupaciones médicas. Segundo, valorar como se merecen la agricultura, la ganadería y la pesca. Tercero, que ni un solo científico y ni un solo joven se vea obligado a huir de su país. Si además de lo anterior los puestos de trabajo se van recuperando, algo habremos aprendido de esta tremenda lección.