El necio es persona que insiste en los propios errores o se aferra a ideas o posturas equivocadas. Automáticamente nos vienen a la cabeza al menos un par de nombres y apellidos, sobre todo si son de los que tienen o han tenido poder, mucho poder. Tenemos un problema serio, porque esos elementos han sido votados por hombres y mujeres de a pie, y ya sabemos lo que ocurre cuando gente como Adolfo y su camarilla mandan. Lo de Hitler fue hace muchos años y las atrocidades que llevó a cabo no parecen haber hecho cambiar el pensamiento de tanto necio. En la actualidad, Trump le pisa los talones en necedad al alemán en sus formas; esperemos que sus correligionarios le frenen. Por estos lares tenemos un necio de libro, que tuvo mucho poder y no se resigna a perderlo. En su periodo de mandato nos metió en una guerra y tuvo bajo su manto a los fascistas y nazis de la extrema derecha, y ahora que se han escapado de su tutela no sabe qué inventarse para seguir mandando bajo cuerda. Y así son las cosas. Los necios cuando chulean lo hacen sin complejos. Por eso son más necios. Atentos.