Leyendo sus alabanzas hacia el buen hacer de la Federación en el circuito escolar on line, de la deportividad, del acceso de todos/as y de qué fácil es participar en ese torneo con un móvil quiero hacerle la misma reflexión que le hice a la Federación. (Todavía sin respuesta, por cierto).Imagine que en uno presencial en unas mesas ponen el material habitual con tableros grandes y piezas de buen tamaño y en otros ajedreces de viaje magnéticos de esos chiquititos.Jugar una partida on line en una pantalla de ordenador de 19, 20 pulgadas y compararlo con una pantalla de móvil de 5 o directamente no poder jugarlo por no disponer de los medios tecnológicos no me parece ni deportivo ni justo ni accesible para todos.Desconozco su situación económica, laboral, los medios tecnológicos de los que dispone… yo conozco mi realidad que no tiene por qué ser su realidad. Dice en su escrito que “pondría la mano en el fuego al afirmar que en todos los hogares hay un móvil/ ordenador”. Pues señora, ¡se ha quemado! Puede que uno sí pero puede que dos no…Y estoy de acuerdo: el ajedrez es un aprendizaje para la vida, una vida que a veces resulta injusta en el reparto de oportunidades. No ampliemos nosotros esas injusticias en la vida escolar de nuestros hijos y de nuestras hijas.Si en su hogar sus cuatro hijos/as pudieron participar en igualdad de condiciones son ustedes muy afortunados/as.En estos tiempos de teletrabajo, tareas on line de los peques, turnos para utilizar los dispositivos tecnológicos, para poder sacar todo adelante a la Federación se le ocurre la genial idea de hacer un torneo puntuable en el que todos/as los participantes los necesitan a la vez.Repito, su realidad no tiene por qué ser la realidad de todos/as.Insisto en que seguimos hablando de un circuito escolar, comenzado presencialmente, en el que la igualdad de oportunidades, la deportividad y la accesibilidad para todos debería primar sobre todos los demás aspectos.Organicen torneos on line diarios, de mañana, de tarde, semanales, con la frecuencia que quieran pero no transformen una cosa en otra.