Últimamente son muchos los titulares desagradables que regala el reñidero político sustentado por la extrema derecha y derecha extrema que, muy lejos de sus funciones y obligaciones en estos tiempos de crisis, el afán por ganar el titular del día hace de lo que debiera ser una crítica constructiva una carrera de caballos con bata y espada.En cuestión de meses, la postura de la oposición en sede parlamentaria ha hecho cambiar el rédito social por el rédito político y el diálogo por la lluvia de insultos y las descalificaciones. Con ello, la reacción en las calles de quienes avalan y se sienten identificados con esas conductas también sería cuestión de tiempo. ¿Pero cómo no iban a salir los mayores, si incluso los niños estaban "jartos" de estar en casa y tenían ganas de comerse "unos cuantos pops de pollo y hamburguesas infantiles con patatas?" (sic) -Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.Parece mentira. Y es por eso, en tiempos en los que la capacidad política corre especial relevancia -aunque desde ciertos sectores no lo parezca-, logros sociales como el Ingreso Mínimo Vital en el Estado y el aumento en gasto social que este va a posibilitar en Nafarroa suponen un enorme paso en contra de la desigualdad que crearon y parece que echan de menos aquellos, y en pro de una igualdad real y efectiva en la que creen otros.Por todo ello, en un texto en el cual, a priori, las intenciones parecen ser las de desacreditar a una oposición que se desacredita ella sola, simplemente debe servir de contexto -especialmente a la juventud- para demostrar aquella capacidad cohesionadora y vertebradora que nos permita, por un lado, suplir las necesidades comunes -que no son pocas- y, por otro, diseñar un futuro en el que el diálogo, el consenso y la bilateralidad con el Estado sean las herramientas más presentes para hacer una política real y efectiva.