Llevamos varios días soportando el griterío que se forma en el exterior o en el interior, con todas las puertas abiertas, del bar Yerbamala, ubicado en la calle Estafeta. Estos gritos de gente que lleva una copa de más se oyen hasta las 12.30 o la una de la mañana. Esto ocurre cualquier día de la semana. En concreto, el martes 21 de julio, a las 12.30 de la noche, una vecina desesperada tuvo que llamarles la atención gritando “¡Que os calléis!”. Lo que agradecimos otros vecinos que estábamos hartos, y pensando en llamar a la Policía Municipal. ¿Qué solución tiene todo esto? Hoy citamos el bar Yerbamala, pero no es el único bar del Casco Antiguo que produce todas estas molestias. Recientemente, el presidente de la ANAPEH comentó en la prensa que la hostelería se siente “criminalizada”. ¿Cómo calificaría la situación de las personas que residimos en la parte vieja de Pamplona? Y ustedes, representantes del Ayuntamiento, ¿qué opinan?