Durante los siglos XVIII y XIX en España los caminos, senderos y veredas estaban infectados de bandoleros. En Sierra Morena, y Grazalema sobre todo, José Mª el Tempranillo, Curro Jiménez, el Pernales y el Jarabo eran muy famosos, y por la sierra de Madrid Luis Candelas era el protagonista principal. Históricamente estos bandoleros robaban y atracaban a las diligencias y carruajes, robaban el dinero y las joyas y después repartían entre los más pobres y entre gentes humildes. Estas fechorías también ocurrían en otros países como en Inglaterra, con el famoso Robin Hood, en los bosques de Sherwood, que robaba a los nobles y señores potentados para repartir entre la gente miserable.Pero centrándonos en nuestro país, hay que decir que los bandoleros no se han extinguido, solo han cambiado de táctica y de logística; los nuevos bandoleros los tenemos en las direcciones de los grandes bancos, en el gran capital, en las grandes multinacionales y en las grandes empresas del Ibex 35, entre otras. Además de todo esto, existen otra clase de bandoleros y bandidos de más bajo rango, pero que también cometen fechorías, aunque el sentido de aquellos de Sierra Morena no se da en estos bandoleros modernos; éstos roban donde pueden, donde sea y como sea, llevan el dinero a paraísos fiscales y si te he visto no me acuerdo. Los casos de la Gürtel, la Púnica, Taula, ERE de Andalucía, Bankia, tarjetas Black, etcétera, nos sitúan en los políticos que han robado, malversado y dilapidado dinero público a mansalva, han hecho obras grandes para nada (aeropuertos sin aviones, circuitos para carreras, Trenes de Alta Velocidad (TAV-AVE), etcétera, todo esto y más ha ocurrido y ocurre en nuestro país y, para colmo de males, hasta la Corona está involucrada en situaciones muy graves de comisiones y de otros casos que poco a poco irán saliendo a la palestra.Creo que no tenemos remedio, habrá que buscar alguna buena medicina jurídica y policial que pueda curar esta enfermedad que se ha llamado y se llama bandoleros de antes, bandidos y sinvergüenzas de ahora. Este país necesita una remodelación urgente de la política, de la justicia y de todas las instituciones del Estado.