¡Cuántos años hemos sido vecinos! ¿Verdad Emiliano? Calle Larrasoaña nº 15 bajo izquierda y derecha. Cuántas veces nos habremos pedido pan, algún huevo... ¿verdad?

Le tengo mucho cariño a esta calle. ¡Fueron muchos años viviendo ahí! Me acuerdo un día que pasaste a casa y encontraste a mi madre cosiéndome una bufanda de Osasuna y tú nos dijiste:

- ¡Hay que ser del Txantrea! ¡Claro, fuiste presidente muchos años de este equipo! ¡Pero es que yo soy muy rojillo! ¡No te enfades, Emiliano!

Tampoco me olvidaré las veces que Angelita, tu esposa, nos reñía una y otra vez cuando jugábamos al escondite y al pote-pote y nos escondíamos en el portal creando un gran escándalo. ¡Éramos críos! ¡Perdona Angelita!

Tu funeral fue muy emotivo. Ahí estuvo toda tu familia: Begoña, Contxi, Maite, Alfredo y Jesús Mari, acompañando a tu querida esposa. Leyeron Maite y Alfredo y tengo que reconocer que me emocioné y es que lloro muy fácil. También cantó una sobrina tuya y lo hizo muy bien. Volví a emocionarme.

En fin, Emiliano, vecino, la vida sigue. Cuídate mucho y si ves a mi padre por ahí arriba, dile que no ponga la música tan alta y le das un fuerte abrazo.

Por el “Txantrea” no te preocupes que sigue en Tercera División y eso para un barrio tiene su mérito. Agur, Emiliano. Gero arte, vecino!