El pasado viernes 4 de septiembre de 2020 a las 12.30 horas del mediodía nuestro hijo de 13 años de edad fue objeto de una sanción de tráfico en la avenida del Ejército de Pamplona, impuesta por un agente de Policía Municipal de Pamplona, constando como hecho denunciado “circular por la acera”. No se indica nada más pero se entiende que se refiere a circular en bicicleta.Por una parte, nuestras leyes no permiten sancionar a menores de 14 años y en caso de ser responsables de alguna infracción, son los padres o cuidadores del menor los responsables solidarios del cumplimiento de la sanción impuesta y por tanto a quienes se debe notificar la sanción, lo que no se ha producido en este caso.Por otra parte, aunque existe carril bici en esa misma avenida, éste acaba de ser concluido en los últimos días y se encuentra en el otro lado de la misma, en dirección al barrio de San Juan, por lo que nuestro hijo desconocía su existencia y no lo detectó. A su vez, la acera por la que circulaba nuestro hijo, de algo más de cuatro metros de anchura, se encontraba en ese momento prácticamente despejada de peatones, por lo que no perturbó en ningún momento la tranquilidad de los viandantes. Somos muy conscientes de que la circulación en cualquier tipo de vehículo debe hacerse respetando la seguridad y tranquilidad de los demás usuarios, lo que se cumplió de forma absoluta en este caso.Más allá de lo anterior, y es que por lo que hemos dirigido una reclamación formal a Policía Municipal de Pamplona, como padres nos ha parecido una conducta completamente arbitraria y abusiva la llevada a cabo por el agente de policía, cuando habría sido procedente una acción explicativa o pedagógica por parte suya referida al hecho de estar ya concluido el carril bici, o al modo y circunstancias en que un ciclista puede circular por la acera. En su lugar, sancionar directamente y más aún a un menor de 14 años, nos parece un absoluto despropósito, en especial cuando observamos a diario conductas de riesgo de multitud de automovilistas o simplemente actos incívicos, como las numerosas dobles filas que se emplean simplemente para comprar el pan o retirar dinero del cajero, entre otra muchas, que si bien no dudamos de que se pretenden atajar, son cada día más frecuentes y sin aparente sanción en la mayor parte de los casos.Es crucial y así lo hemos hecho constar también al alcalde de Pamplona que este tipo de actuaciones se eviten en lo sucesivo, obteniendo la garantía y seguridad de que actuaciones arbitrarias y abusivas no van a repetirse por parte del agente denunciante o de cualquier otro de Policía Municipal de Pamplona.