Seguro que es difícil encontrar soluciones al difícil equilibrio entre el respeto a los derechos fundamentales y la protección de la salud y la vida que es el primero. Sobre todo si no se buscan.Planteado el confinamiento como la única solución eficaz, cualquier reivindicación decae frente al derecho a la salud y la vida. Pero se trata de un planteamiento falaz por dos razones: 1ª. Que el confinamiento no garantiza la ausencia de contagios. ¿Cómo explica los contagios de Tafalla tras casi un mes de confinamiento? El riesgo cero no existe.2ª. Que no se han estudiado, que yo sepa, otras otras posibilidades de reducir el riesgo.En las residencias de mayores de Navarra se encuentra posiblemente el mayor porcentaje de personas de nulo o bajísimo riesgo de contraer y contagiar el virus. ¿Por qué deben estar confinadas? Me gustaría una respuesta concreta y concisa a este caso. ¿Han estudiado, residencia a residencia, las posibilidades de reorganización interna para que en el hipotético caso de que un residente resultara contagiado sólo pueda entrar en contacto con otros residentes de bajo riesgo? ¿No han oído hablar de las aplicaciones informáticas (quizás pudieran hacerlas obligatorias) que alertan de los contactos con positivos y que permitirían una respuesta rápida? ¿Alguna otra que a mí no se me ocurre?Nadie sabe ni aproximadamente cuánto va a durar esto, y desde el Gobierno de Navarra se ofrece a los mayores un horizonte de desesperanza. Algunos quizá no vuelvan a poder salir jamás a comprar unas chucherías o dar un paseo fuera del recinto de su residencia.Perdón, olvidaba decir que sí han puesto sobre la mesa otra solución sencilla, brillante, eficaz: que se vayan de la residencia. Genial.El confinamiento debería ser la última de las soluciones, no la primera.