La pasada semana, Elma Saiz, consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, publicaba una carta en los medios de comunicación en la que hablaba de nuestros impuestos. En dicho escrito podíamos leer frases que decían que “no es momento para grandes reformas fiscales al alza” o que los paquetes de medidas fiscales del Ejecutivo foral tienen el objetivo de “ayudar, facilitar y aliviar económicamente a los contribuyentes castigados por la pandemia mundial”. Bien, pues este Gobierno se ha debido olvidar en todo momento de un sector que en los meses más difíciles de este 2020 ha considerado imprescindible: el transporte de mercancías por carretera. La supresión de la tributación por módulos en IRPF y su sustitución por un régimen que han denominado de “estimación directa especial” no es ni más justo ni más sencillo para el autónomo. Saiz ponía de ejemplo, entre otros, a nuestro sector, diciendo que el contribuyente tipo sería uno que obtiene unos ingresos de 74.500 euros, el cual, según la consejera, con el nuevo sistema fiscal apenas notará un cambio en su renta anual. Pero cualquiera que conozca un poco el mundo del transporte en Navarra sabe que esos datos no son reales. Hay que tener en cuenta que el tipo de vida de un transportista le impide llevar a cabo una conciliación familiar, no es una profesión fácil, conlleva pasar muchas horas fuera de casa. Si además tiene que hacer una inversión de 100.000 euros cada cierto tiempo en una cabeza tractora (sin contar con el semirremolque), y ese profesional realiza transporte internacional o nacional con los consiguientes gastos en peajes, gasolina, etcétera que ello conlleva, ¿cómo podría subsistir si factura 80.000 euros? ¿Cómo podría compensarle facturar esa cantidad? En su caso, además, con la nueva tributación la presión fiscal se incrementaría en un 28%, llegando a duplicarse cuando se alcanzan los 135.000 euros. Además, hay que tener en cuenta que el nuevo sistema obliga al autónomo a una mayor carga administrativa en la gestión de su negocio. No nos explicamos por qué el Gobierno de Navarra está tomando este tipo de decisiones cuando a nivel estatal las cosas son muy distintas. El anteproyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) recoge la prórroga de los actuales límites para la tributación por módulos en el ejercicio 2021, además de que se está invirtiendo en la mejora de infraestructuras y suprimiendo peajes. Nos sentimos discriminados respecto al resto de España porque las medidas que está tomando este Gobierno son precisamente las opuestas: la implantación de peajes en 5 vías de alta capacidad solo a camiones y la implantación de un nuevo régimen de estimación directa especial que trae consigo una presión fiscal imposible de aguantar para muchos transportistas. No nos vamos a quedar quietos. ¿Saben cuántos impuestos genera un solo camión en Navarra? La movilización del 5 de diciembre fue solo el principio, porque las medidas impuestas por este Ejecutivo son medidas recaudatorias para el propio Gobierno, y estamos cansados de pagar impuestos que luego no se revierten en nosotros, sino todo lo contrario.

Los autores pertenecen a la Junta Directiva de Tradisna (Asociación de Transportistas de Navarra)