Desde Areka, la siguiente generación trabajando por la Memoria, queremos manifestar nuestra solidaridad y apoyo al historiador Fernando Mikelarena ante la querella criminal por delitos de injurias y calumnias interpuesta por un miembro de la familia de Jaime del Burgo Torres.Quien conoce el trabajo de Fernando sabe que detrás de él hay un riguroso y minucioso método que solo da lugar a un conocimiento honesto y que en esta ocasión, como en otras tantas, ha ayudado a aflorar aquello que durante tantas décadas había permanecido oculto y que a sus protagonistas se les había olvidado registrar en sus memorias. Esa amnesia selectiva, que parece ser que padecieron los vencedores y que se transmitió sin ser cuestionada a sus descendientes gracias al diseño de unas infraestructuras que permitieron la creación de un discurso y un recuerdo corporativo perpetuo, ha sido cuestionada por su investigación a contra pelo.No es de recibo que se transfiera la búsqueda de la verdad a los tribunales cuando para ello están las instituciones académicas y otras muchas disciplinas profesionales en el campo del saber científico. No se puede silenciar al mensajero si la información que transmite no es del agrado de quien la recibe.