ablamos de himnos vascos, dos temas musicales conocidos y reconocidos, con un carácter particular cada uno de ellos. En cualquier himno que pretenda ser cántico de país siempre ha de remarcarse su parte histórico-cultural y su carácter propio en la letra y en lo musical. Pero sobre todo es fundamental que un himno que se precie conecte con la emotividad popular para poder convertirse en c.antico nacional.

Si comparamos himnos reconocidos, tanto Gora ta Gora, cuyo título original es Eusko Abendaren Ereserkia, como Gernikako Arbola cumplen ese papel de himnos consolidados en el tiempo. Y como estamos en época de colaboración, distensión y de sumar entre distintos, uno es complementario con el otro. Cada cual tiene su espacio.

Muchos pueblos, muchas naciones tienen himnos diversos y convivientes unos con otros. Miremos al Reino Unido, donde dos himnos conviven God save the Queen / Dios salve a la reina: himno oficial-institucional, y Pomp and Circumstance March; la Marcha pompa y circunstancia de Edwrad Elgar, con el significado de tierra de esperanza y gloria, convertido en himno popular y cuyo título fue tomado del acto III de Otelo de Shakespeare.

Euskadi, hoy Comunidad Autónoma Vasca, tiene su himno, el Gora ta Gora, y Navarra tiene el denominado Himno de las Cortes. Iparralde, como tantas veces, esperando que nos pongamos de acuerdo. Pero vayamos a la conformación o representación global de lo que históricamente llamamos Euskal Herria. ¿Cual sería el himno que nos representara a todos? Formulemos esa pregunta y que cada cual haga su reflexión, porque hay más vascos mas allá de las fronteras de las tres provincias.

Las iniciativas en marcha no pretenden, ni mucho menos, suplantar unos himnos por los otros, sino complementarlos. Esa es mi opinión y creo que también la de los cientos de músicos-cantantes-coralistas €.que firmamos el manifiesto de recuperación de Gernikako Arbola al que posteriormente se han sumado historiadores, bertsolaris, expolíticos, agentes culturales y gente anónima.

Y si la visión histórica es importante, la visión a futuro como pueblo es primordial; es lo que en mi opinión ha de prevalecer: conseguir adhesiones para cooperar y compartir, y que caminemos juntos en algo que pertenece a todos.

Cada cual tiene su forma particular de ver las cosas. Evidente que habrá opiniones encontradas, y habrá quien afirme taxativamente ¿para qué un himno? Yo pregunto, o más bien contesto: ¿para qué el sentir si con el pensar nos vale? ¿para qué lo emocional si lo racional es lo que prima? ¿Para qué un idioma común? Y como colofón, ¿para que cantar si con escuchar nos vale? Pues eso, para vivir, para seguir viviendo, para seguir siendo y, sobre todo, para seguir sintiendo en común. Pensemos que un himno tiene que tocar y trascender en lo emocional, enardecer a las masas. Esa es la pretensión de un buen himno nacional.

Y hablando de convivencia, es de resaltar que Sabino Arana, autor de la letra de Gora ta Gora llamara al Gernikako Arbola "inmortal himno patrio" y durante la Gamazada de 1894 redactara desde Iruñea esta crónica:"Telegrafío desde el Casino Principal donde por los navarros somos fraternalmente agasajados€ Allí, y haciendo coro con los socios de dicho casino, entonamos repetidas veces el inmortal himno del insigne Iparraguirre, el glorioso Gernikako Arbola€ S. Arana".

Impulsar el Gernikako Arbola, aparte de su simbolismo de árbol de las libertades, es a mi modo de ver potenciar un idioma común, un territorio que ahonda en los bagajes de la historia, la cultura y la convivencia.

Y en esa búsqueda de aglutinar, digamos que un himno representa con emotividad un proyecto de convivencia histórico-cultural con raíces en el pasado, pero sobre todo con visión a futuro. "Unidad en su diversidad" es lo que se afirma estos días en la política estatal; traigamos pues esta frase a lo que nos atañe y que Gernikako Arbola, siendo de todos, tenga esa función de fundirnos en la diversidad. Por tanto, abogo por la unidad cultural en torno a un idioma común; compartir y cooperar siempre da buenos resultados. La propuesta no es ninguna novedad, sino recuperar lo que ya existía. No hay duda de que la influencia y apoyo de Gernikako Arbola en los territorios de Iparralde y Nafarroa es general. ¡Abracémosles!

En definitiva, diversidad con una idea básica común; apoyo de la cultura vasca y mantener esa energía que hace que un pueblo, una cultura, un idioma subsista. Gernikako Arbola se enmarca en esa fusión cultural-emotiva de unión entre diferentes sensibilidades. Beraz, Zazpiak bat: Gora Euskadi eta Gora Euskal Herria.