Mediante estas palabras queríamos agradecer a todas y cada una de las personas que han atendido a nuestra amatxo en sus últimos días en la habitación 401 del pabellón norte. Durante los días que hemos estado en el hospital nos hemos sentido arropados, cuidados y muy bien tratados. La profesionalidad y sobre todo la humanidad que nos habéis mostrado ha superado con creces la situación. El contexto que tenemos actual no es para nada bueno, y somos conscientes de lo difícil que lo tenéis en vuestro día a día, pero aún así nos habéis aportado en todo momento las palabras, los gestos, los cuidados que tanto nuestra ama como nosotros-as necesitábamos. No lo olvidaremos nunca, estaremos eternamente agradecidos-as. Mila esker bihotzez.