No sabía muy bien cómo hacerte llegar las gracias por ayudarme a traer a mi hija al mundo de una forma tan humana, íntima, cuidada y respetada. Soy de las que piensa que todo en esta vida pasa por algo, y esa misma vida te ha puesto en el nacimiento de mis dos hijos. Apareciste cuando más lo necesitaba, guiándome y cuidándome, cuidándonos. Gracias por ser así, por permitirme vivirlo así, tan bonito, tan natural, tan animal. Siempre vas a estar en mi corazón, ya formas parte de nuestras vidas para siempre. Gracias a ti Iñaki, los dos fuísteis mi fuerza, mi sostén y la mejor compañía posible. Siempre os estaré agradecida por acompañarme y cuidarme con tanto amor. Gracias a todo el personal de partos y maternidad de Virgen del Camino por vuestro cariño y tacto infinito, lo hacéis con el corazón.