Si nos remontamos a 2012, nuestra familia nos enfrentamos a la difícil tarea de elegir centro educativo para nuestra hija. Queríamos una educación aconfesional y respetuosa, en euskera pero con otros idiomas, en un centro donde se viviera toda nuestra realidad social, es decir integradora. Queríamos una metodología de enseñanza diferente a la que habíamos vivido nosotros, más basada en los conceptos y sus relaciones que en la memoria y el dato. Algo más adaptado a la realidad que se está construyendo actualmente, donde los datos están a nuestra disposición, pero hay que tener criterio y espíritu crítico.¿Eso existía? Parecía algo muy difícil de encontrar, pero tuvimos una gran suerte. En el barrio de al lado, Buztintxuri, se acababa de poner en marcha una nueva escuela pública con dos pilares: una sola escuela con tres idiomas, euskera, castellano e inglés en un solo centro, y una metodología de enseñanza basada en proyectos que son el tronco de donde van surgiendo todas las competencias necesarias que tiene que conseguir el alumnado. Nos encantó y apostamos por esa escuela.Ahora, pasados los nueve años de los dos ciclos, infantil y primaria, no podemos estar más agradecidos. Las dificultades por las que ha pasado el centro han sido muchas y variadas, pero la ilusión y el esfuerzo de la comunidad educativa de Buztintxuri ha conseguido crecer con ellas y convertirse, en muchos aspectos, en una referencia. Muchas gracias a ese equipo directivo; a ese claustro que, como todos los centros públicos, debe soportar una gran rotación, mal endémico de la escuela pública que dificulta que los centros cultiven sus propias líneas; a la Apyma, que siempre ha estado comprometida con el modelo del centro. Ya son cuatro las promociones que han salido de este centro. Ya no es una idea y una apuesta. Es una realidad, una realidad que funciona.La siguiente parada en la educación de nuestra hija será el Iparralde DBHI, centro con la innovación en su ADN y otra gran suerte para nosotros, ya que en cierta medida permitirá una continuidad en muchos aspectos. Sin duda contarán con nuestra colaboración.Uno de estos últimos días de este curso preguntamos a nuestra hija qué nota le pondría a su escuela. No lo dudó, un 10 fue su tajante respuesta. Deseamos, queremos y sospechamos que si la consulta se extendiera a otras niñas, niños y sus familias, la nota media sería muy alta. Eskerrik asko IP Buztintxuri, gracias, thanks.