ltimamente, tras la alevosa y fallida decisión del Ayuntamiento de Iruñea de dar a ese monumento a la infamia esa palabra tan de moda ahora, una "resignificación", se han prodigado en los medios distintas opiniones sobre qué hacer con ese mamotreto.

A nosotros un pequeño grupo de personas de varios pueblos, miembros también de ese mundo abertzale de izquierdas, que venimos trabajando en la recuperación de la memoria y el olvido desde hace decenios, algunos desde la década de los 70, nos está costando contenernos lo indecible ante tanta hipocresía y desdén rodeadas de palabras engañosas.

No está de más, a pesar de ser reiterativos, que los Caídos fue, es y será un monumento en homenaje a la milicia golpista, al fascismo y los fascistas, al carlismo curil y trabucaire, con la colaboración inestimable de la Iglesia.

Un homenaje al horror, al terror, a la barbarie perpetrada por esos criminales que segaron la vida de 3.650 navarr@s, sacándoles de sus casas, arrebatándoles de los brazos de sus seres queridos y conducidos al patíbulo de barrancos, cunetas y simas, para allí sin más sentencia que la de los propios asesinos, acabar fulminados con el tiro en la cabeza. Un enaltecimiento dirigido aquellos miserables que perpetraron una terrible represión contra las mujeres, niños, familias enteras, despojándoles de todo y tras obligarles a abandonar sus hogares expoliar y apropiarse de todos sus bienes. Esto es lo que realmente es y representa ese edificio ubicado al final de Carlos III. ¿No es por lo tanto comprensible y plausible que exijamos su desaparición?

De la derecha y del alcalde Maya nada esperamos en ese sentido. No hace dos días que un vocero de ese sector animaba al Sr. Maya a avanzar, decía, y dedicarlo a cualquier actividad por propia iniciativa sin consenso alguno, aconsejándonos el olvido y a desterrar el odio que nos achacaba por el hecho de exigir su desmantelamiento. No pretendemos ganar la guerra que habíamos perdido, como concluía, simplemente que es el monumento a la injusticia, la impunidad y representación de lo contrario a todos los derechos humanos.

Y de los socialistas, artistas en el baile de la yenka, poco o casi nada esperamos, 40 años sin acordarse de sus propios muertos. Como recuerda algún pionero de la memoria, al ser elegido Julián Balduz, ante la solicitud de familiares de asesinados, les prestó una excavadora para realizar alguna exhumación, al poco ante una nueva solicitud, ¡se acabó! Nunca sabremos de donde vino la orden negativa. La pirueta ejercida por Esporrín en este tema es elocuente. Los de la memoria tranquila asentados en el gobierno y desde ese instituto de la memoria nada dicen al respecto ante esta demostración franquista.

Y de los que nos ha acompañado durante una porrada de años en ese anhelo de la exigencia de desmantelamiento de los Caídos y hoy enarbolan la bandera de ese palabro, ¡resignificación!

En la anterior legislatura se inició un camino por parte de los entonces gestores del Ayuntamiento de Iruña con el cual estábamos y estamos totalmente disconformes. Mucho nos costó entonces y ahora igualmente mantener nuestra postura y hacerla pública, pero como se dice, no hay otra. Creemos que ese camino era y es equivocado. Entonces los números en el Ayuntamiento eran diferentes a los de ahora, pero en nuestra opinión se decidió jugar a la txikita. Poco a poco, al paso del tiempo, el resultado se va conociendo y desde luego no es más favorable al camino elegido. Ya lo manifestó el alcalde Maya tras el acuerdo fallido con los socialistas. "Podemos hablar de todo lo que se quiera en este tema (el uso o actividades en los Caídos) pero que nadie venga con la pretensión de mover una sola piedra del monumento , nuestra oposición será frontal". Ese ha sido y es el objetivo primordial de la derecha navarra, el mantenimiento enterito de su monumento para escarnio y humillación de las víctimas, recordándonos como decía su vocero que ellos fueron los vencedores.

Creemos sinceramente que somos muchos, como también se ve en los artículos de gentes muy diversas que van saliendo en los medios, los que queremos acabar con esa sinrazón y estamos por la desaparición de esa demostración fascista que simbolizan los Caídos y en esa labor seguiremos trabajando.

*Firman esta carta: Kolektibo Zurbau; Asociación Maravillas Lamberto; Ángel Rincón(trabajador por la memoria); Jesús Nieto(familiar de asesinado y trabajador por la memoria); Joaquín Iraizoz (Zurbau y trabajador por la memoria); Javier Ayape(trabajador por la memoria, Kaseda Memoria); Ángel Mañeru (trabajador por la memoria); Félix Mañeru(concejal de Bildu del Ayuntamiento de Larraga y trabajador de la memoria); Txema Lestón(Zurbau y trabajador por la memoria); Niko Lamberto(trabajador por la memoria); y Patxi Suescun(familiar de asesinado y trabajador por la memoria)