sta dinámica localidad ribera no deja de sorprendernos gratamente. Hoy se juega en la localidad la final de pelota en la vistosa modalidad de bote luze entre Bizkaia y Gipuzkoa, lo que resulta todo un acontecimiento deportivo para el mundo pelotazale. El pasado año organizaron un histórico partido con dos de los mejores pelotaris profesionales del momento, Ezkurdia-Irribarria, hecho que tenía lugar por primera vez en la Ribera y que ocupó páginas de prensa en los principales periódicos, con titulares como Buñuel, capital de la Ribera, así como un reportaje de ETB, además de la retransmisión. Vendieron todas las entradas nada más sacarlas. El pelotari Barriola y el periodista Urkiola estaban asombrados del ambiente deportivo y festivo, comentando que se escuchaba euskera. Los que acudimos al día siguiente pudimos disfrutar del entorno festivo y sorprendernos con los restos de los bienes arquitectónicos como el viejo trinkete donde ya se jugaba a pelota en 1694. Se construyó tras caerse la torre de la iglesia románica, similar a la de Cabanillas, contra cuya pared jugaban a pelota en siglos precedentes. Enfrente estuvieron los Antiguos Graneros del rey Sancho VII el Fuerte (1194-1234). La semana pasada tuvo lugar una exitosa conferencia de Santiago Lesmes sobre cómo se jugaba a pelota en Buñuel hace 400 años. Lesmes Zabalegui es autor del documentado y ameno libro La increíble historia de la pelota vasca, que en cuanto veas dos páginas no te puedes resistir a comprarlo.

Si tras el partido Irribarria-Ezkurdia quedó la sensación que era un hito difícil de superar, entre otras cosas por lo que comentaban los organizadores del esfuerzo económico que supone para una localidad como Buñuel, este año nos han vuelto a sorprender con otro gran partido de pelota, Olaizola II-Elezkano II, y ha vuelto el éxito de venta de entradas.

Pero este dinamismo no sólo es en lo deportivo, donde también viven el fútbol, sino en lo cultural, social, educación...

Cuidan la residencia de ancianos, parque infantil, hacen fructíferas catas arqueológicas, adecuan la ribera del Ebro, digitalizan el Archivo Histórico con gratas sorpresas como leer que el Rey y la Reina de Navarra hacen referencia al castillo de Buñuel, o la adquisición del castillo por Sancho VII el Fuerte en 1220.

No sólo potencian Buñuel, sino toda la Ribera y sus productos. Mi amigo buñuelero Alfonso Bordonaba me acompañó a ver el impresionante castillo de Ablitas. Tenemos Cabanillas, Arguedas, Tudela... y otras localidades con encanto.

En el entorno de Buñuel quedan nombres en euskera: Muga, Gelbenzu, Latalor, Azpeiti, Oñate, Modorra, Leoz...

Buñuel se sumó a la campaña del Gobierno de Nabarra para ofrecer euskera a los niños, Buñueldik zerura! (de Buñuel al cielo), Regálales el euskera y llegarán muy alto.

Comentaba la alcaldesa, Mayte Espinosa, que hablar dos idiomas le ha resultado beneficioso para relacionarse, optar a puestos de trabajo..., añadiendo que al ser el euskera algo nuestro, quería que su hija tuviese esa oportunidad enriquecedora y para ello la matricularon en euskera.

El euskera es una acertada apuesta de futuro y un valor añadido. El turismo es una fuente para complementar la economía de los pueblos, y a la cercana Senda Viva un 60% de los que acuden hablan euskera.

Hace poco en la Oficina de Turismo de una localidad catalana tenían la rotulación de bienvenida en 6 idiomas, uno de ellos el euskera. Te ofrecen una guía de unas 20 páginas, con buenas fotografías, toda ella en euskera. Estas y otras actitudes receptivas son las que atraen.

Además, en nuestro caso es la lengua originaria y propia de Nabarra, elemento enriquecedor y de unión.

Buñuel cuida sus raíces e historia y trabaja el presente mirando al futuro. Una localidad atractiva y hospitalaria que merece ser visitada.

Beraz, esandakoagatik Euskal Herriko VI. Bote Luzeko Txapelketaren Final honekin aukera ederra dugu egun on bat izateko.