La OMS alerta de que los niveles de contaminación del aire establecidos en 2005, y considerados seguros, en nada lo son. Más del 90% de la población mundial vive en entornos altamente contaminados. En España, 73 de las 80 ciudades más pobladas superan con creces los nuevos límites. Las partículas de tamaño microscópico, además de deteriorar los pulmones, penetran en el torrente sanguíneo y destruyen órganos internos y provocan arteriosclerosis, diabetes, demencia, ictus, osteoporosis e insomnio. También afectan a la piel, la fertilidad y causan abortos espontáneos.La ciencia no lo duda: la contaminación mata lentamente a 9 millones de personas al año, 70 al día en España según la OMS, y su calvario a la tumba supone insoportable sufrimiento y angustia para familiares y amigos que ven agonizar paulatinamente a un ser querido. Si son éticos con sus deberes de velar por la salud, todos los gobiernos -central, autonómicos y municipales- deben abordar con urgencia este gravísimo problema de salud pública.