En relación a la carta publicada por mi compañera de profesión, DUE, y estando de acuerdo con ella en lo referente a la negligente e improvisada gestión por parte de Osasunbidea, discrepo en lo relativo a la convocatoria del concurso oposición de enfermería. Por supuesto que no estamos en las mismas condiciones todos los inscritos en la misma, la cuestión es que nunca se ha estado. Siempre han existido este tipo de casuísticas que todas y todos conocemos, viene a ser resultado de un problema más hondo y con diversas ramificaciones en nuestra sociedad, como son el individualismo y el egoísmo, y la solución nos compete a todas y cada uno de nosotros. En mi caso personal, eventual, con tres hijos y a jornada completa, al igual que muchas de mis compañeras y compañeros, sólo deseamos que sea ya el examen, no porque vayamos más preparadas, pero sí porque llevamos mucho tiempo intentándolo, y es que no vemos el día de acabar ya esta tortura que es el estudiar una oposición. La persona que no ha estudiado nunca una oposición debe saber que muchas llevamos un año preparándola, invirtiendo tiempo y dinero, que si la atrasan 3 meses es seguir con lo mismo, que renunciamos a estar con nuestras familias, con amigos, hacer nuestras actividades de ocio... Bastantes restricciones y miserias nos ha traído la pandemia como para alterar una convocatoria que ha sido publicada y anunciada para todos y todas de igual manera. Atrasar 6 meses, 3 años o suspender las oposiciones sería una injusticia para las y los aspirantes que tanto tiempo y trocitos de su vida han estado inviertiendo, en la que es la única manera con la que entiendo la entrada en la Administración pública desde el respeto a la igualdad, mérito y capacidad. De lo que debiéramos estar debatiendo sería de la exigencia de mejoras contractuales en Osasunbidea, compensación en venideras oposiciones en forma de baremo especial por trabajar en pandemia, supresión de la instrucción 1/2022 y asunción de responsabilidades por parte de quienes mal dirigen desde la improvisación, nula empatía y desprecio a los trabajador@s, nuestra Osasunbidea.