He leído el artículo escrito por Xabier Andonegui del miércoles, en relación a la persona de Don José Maria Arizmendiarrieta.Suscribo todo lo que dice Xabier, pues tuve la suerte de conocer a Don José María, aunque mis relaciones con él no hubieran sido todo lo que me hubiera gustado, pero sí tuve gran relación con alguno de sus discípulos de los inicios de su obra.Cuando dice que practicó en grado superlativo la pobreza, no quiero dejar sin remarcar que, en este encuentro que tuve con él, en la misma escuela de Mondragón le escuché decir “a ver si por favor alguien le traería la mobilette que se había quedado en Escoriaza”. Escuchar esto a una persona de esa talla me quedó grabado de por vida y para que no se olvide quiero dejar patente a través de esta nota.

Un admirador de la obra de Don José Maria Arizmendiarrieta