Veo con asombro cómo el PSN aquí, a diferencia del PSOE en Madrid, ha metido el acelerador para tener nuevos socios en 2023: PP, UPN y Cs. No sabemos muy bien qué acordaron UPN y PSOE en la votación de la reforma laboral, pero sí sabemos que desde aquel acuerdo, que terminó como el rosario por Sayas y Adanero, los guiños entre Chivite y Esparza han ido a más. Me costó entender la dejadez del PSN para sacar la Ley del Convenio por unanimidad en el Parlamento, cosa que parecía fácil: con cambiar una frase sobre el índice de imputación (en defensa de la foralidad) se suponía que ya estaba. Pero decidieron sacarla con Navarra Suma para la foto.Ahora el PSN vuelve a acordar con Navarra Suma en un tema complejo en contra de todos sus socios de legislatura y en contra de la mayoría sindical: la proposición del PAI.Según todos los socios de Chivite el acuerdo programático no recoge nada parecido a esta ley y explican que va contra el criterio del Ministerio de Educación. Se abren muchas dudas jurídicas, puede ser "una fuente inagotable de recursos en los tribunales", le decían el otro día. He leído estos días que en enero de 2014, cincuenta senadores del PSOE presentaron un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional con el objetivo de frenar el equivalente balear del PAI, entre ellas se encontraba María Chivite, que entonces ocupaba un escaño como senadora.Sorprende que el PSOE sólo cede ante la derecha y aprueba una norma así en Navarra, en ninguna otra comunidad autónoma. Parece que Chivite y Esparza están cada día más cerca conforme más se aproxima la cita con las urnas en 2023. Mientras tanto en Madrid, el mismo día que aquí se votaba la polémica proposición entre Na+ y PSN, dos formaciones como EH Bildu y el PNV le salvaban los muebles a Pedro Sánchez en el Congreso en una situación muy complicada en plena polémica de escuchas y espionaje a cargos públicos.

El autor es Administrativo