El fin de semana del 18 y 19 de junio y los días siguientes, la Zona Media de Navarra sufrió uno de los peores incendios que se recuerdan, no ya en el imaginario colectivo, sino en la historia de Lerga y por qué no decirlo de Navarra.

Las llamas rodearon las cascos urbanos de las localidades, como Lerga, y los vecinos nos vimos obligados a desalojar el pueblo, como atacados por un enemigo común, conocido pero implacable.

Nos acogieron en el polideportivo de Sangüesa de la mejor de las formas, y tengo en nombre de todos los vecinos de Lerga, y como su alcalde, más que mostrar mi mayor de los agradecimientos a toda la Corporación Municipal, y en nombre a su alcaldesa.

Y qué decir de los voluntarios anónimos que acudieron a Lerga, con su maquinaria agrícola a realizar cortafuegos y ayudarnos a salvar al pueblo, para ellos mi mayor de los agradecimientos, sin su labor hoy Lerga no sé como hubiese sobrevivido.

El personal técnico que acudió a Lerga, bomberos, miembros de la UME, funcionarios del guarderio rural, Guardia Civil, Cruz Roja, Policía Foral, personal de avionetas y helicópteros, y otros muchos más que me es imposible citar, posibilitaron terminar con el fuego que ha consumido nuestra riqueza, dejándonos desprovistos del manto verde que nos rodeaba. A todos ellos gracias. Lerga está con vosotros y siempre os recordaremos, estamos en deuda con todos.

A mis vecinos que han estado ayudando, haciendo cortafuegos, indicando, regando los alrededores del casco urbano. Gracias a todos, todos somos Lerga y entre todos lo hemos salvado.

Sirven pues, estas breves líneas, para agradecer a todos el haber colaborado en salvar Lerga.

*El autor es alcalde de Lerga