Soy una persona de 84 años que enfermé con covid y me ingresaron en el Hospital Universitario de Navarra. Me ubicaron en la unidad del ictus (en el caracol) junto a otra persona, mayor que yo, también con covid, y allí estuvimos en plena ola de calor, cada una con un familiar, con el sol dando de lleno en nuestra habitación. Aunque bajásemos la persiana el calor era insoportable porque debíamos estar con la puerta de la habitación cerrada para evitar contagios. No es que me queje yo, todo el personal sanitario que entraba en aquel horno comentaba "qué calor hace aquí", eso que nuestros familiares nos llevaron ventiladores para aliviar algo la situación, pero el hecho es que nuestro ingreso fue horrible, en mi caso una semana. Agradezco al personal sanitario su esfuerzo para que no nos deshidratáramos en esas circunstancias, su cuidado y atención que fue excepcional y así se lo agradecemos mi familia y yo. Pero creo que el Departamento de Salud debería preocuparse por climatizar las habitaciones de los enfermos y no sólo los pasillos y otras instalaciones, porque no tenemos, creo yo, que sumar a nuestras enfermedades un suplicio añadido como es el calor excesivo con el riesgo que ello supone. Espero que alguien se haga eco de mi carta y subsane esa situación.