Kaixo lagunak! Puedo presumir de ser nieto de Cándido Barón, abuelo mío al que no llegué a conocer. Él, junto a mi abuela Mónica, regentaban esta popular tasca pamplonesa, Casa Barón. Mi tía Pilar y mi tía Feli hacían las labores de camareras. Mi madre, la Teresa, era más pequeña. En Sanfermines se organizaba una procesión el 6 de julio allá por los años 30. Al principio iba poca gente pero con el paso de los años acudía más gentío. Se hizo muy popular. Según cuenta Blas Subiza en su libro La gran fiesta de la calle, los Sanfermines del siglo XX, la gente discutía sobre quién iba a llevar la imagen. Se brindaba con vino y, después de sonar campanas y cohetes, comenzaba la procesión que llegaba hasta el número 39 de la calle San Lorenzo, donde había una tasca llamada Casa Paco en la cual al gentío se le obsequiaba con txorizo, pan y vino. ¡Qué felicidad! ¡Era suficiente! Luego volvían a Casa Barón y otra vez se repartían olivas, txorizo, pan y vino, según cuenta Blas Subiza. En fin, que mi tía Pilar y mi tía Feli trabajaron a tope. ¡Qué tiempos aquellos! En el año 1952, el alcalde, Javier Pueyo, suspendió la procesión. Al parecer, a la Iglesia no le gustaba, esto cuenta Blas Subiza en su libro. Agur Lagunak! Eskerrik asko, Blas!