Hace unos días se le recordaba en uno de nuestros diarios a este genio de la poesía, y aun cuando la gran mayoría conoce sus versos, se me ha ocurrido transcribir uno de los más hermosos, que lamentablemente, dado los tiempos que corren, algunos lo considerarán cursi: "Volverán las oscuras golondrinas, en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarán. Pero aquellas que el suelo refrenaban tu hermosura y mi dicha al contemplar, aquellas que aprendieron nuestros nombres, esas no volverán. Volverán las tupidas madreselvas, de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde más hermosas, sus flores se abrirán. Pero aquellas majadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar, y caer como lágrimas del día, esas no volverán. Volverán del amor en tus oídos, las palabras ardientes a sonar, tu corazón de su profundo sueño, tal vez despertará, pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante un altar, como yo te he querido, desengáñate ¡así nadie te querrá!". Nota: murió con 32 años de edad, tuberculoso, mendigando empleos, sin que nadie le echara una mano.