Lector/a, ¿dónde le pillan estas líneas? ¿en el café mañanero, en el almuerzo, a media tarde ? ¿Tiene el móvil a mano? Bastante probable, ¿verdad? Es más, puede que lo esté leyendo en la pantalla. Comento lo del celular por si quiere consultar algún dato que aportaré a continuación en vistas a las fechas en las que estamos. 

Los/las jóvenes de Europa (¿18-30 años?) son la élite mundial en cuanto a tener la posibilidad de realizar los estudios universitarios que deseen y hacerlo en casi cualquier sitio. Lo escrito: élite. ¿Se han preguntado alguna vez cuál es la carrera universitaria más accesible/fácil? Si quieren, tecléenlo en algún buscador digital a ver qué sale. Antes de ver la respuesta, opinen aunque sea consigo mismo/a.

Pues eso (a)parece: Magisterio Infantil y Magisterio Primaria. Es decir, convertirse en maestra (oficio mayoritariamente femenino) de discentes de entre 0 y 12 años está tirao. Qué razón tenían aquellos sesudos ingenieros que en época estudiantil ya nos aleccionaban y se jactaban de que lo nuestro se basaba en moldear plastilina, pintar y soplar la flauta.  

¿Y si hablamos de guita? Busquen de nuevo, si quieren, a ver cómo está la clasificación para llegar a fin de mes ¿sorprendidos/as? ¡Entre las diez mejor retribuidas! Por si alguien quiere un dato más, pueden consultar las enfermedades más comunes entre las docentes. Para ser la más fácil de estudiar, ya les digo que la cabeza no sale nada bien parada. Curiosamente, o no tanto, ya desde que estudié la carrera, recuerdo que llamó mi atención que en el decálogo del Magisterio se resaltase como condición sine qua non la estabilidad emocional para ejercer. ¿Probaría, usted que lee, trabajar durante una semana en un aula con 18-22 niños y niñas de 10 años? ¿Cambiaría una maestra esa semana por trabajar en la cadena, una cafetería, un autobús, la obra o cuidando ovejas? Se excluye, lógicamente, cambiarse por ninguna otra carrera más difícil que la suya. 

Esta semana miles de escolares regresaran/regresarán/han regresado a la escuela. Muchas de sus maestras y maestros realizaron oposiciones en junio y muchos de ellas fueron calificadas con notas penosas, lo cual, quizá, les hizo sopesar si seguir en esta profesión o no. Otras muchas, desde el 1/9, como todos los cursos, están preparadas, ilusionadas y llenas de cariño, confianza y profesionalidad para acompañar y trabajar durante los diez meses que arrancan. 

Para toda persona que quiera probar: 4 años de uni y a vivir. Buen curso para todas/os.