Somos lo que leemos es el mensaje que DIARIO DE NOTICIAS transmite en su publicidad, y francamente creo que tiene razón, la manipulación informativa, y especialmente en cuanto a lo que se refiere a la casa real es abrumadora aunque los propios periodistas no admitan la censura relativa a los reyes pasados y actuales de España.

Todo el mundo conocía hace más de 10 años las andanzas sentimentales del monarca impuesto como sucesión por Paquito Franco. Era un rumor a voces sobre las mordidas que Juanito obtenía de su relación con los jeques árabes, sin embargo ningún periodista osó publicarlo probablemente porque hubiera sido fulminantemente despedido de cualquier medio, radio, prensa o televisión.

No niego que el talante de Felipe VI es muy diferente al de su padre y el resto de los Borbones, pero hay un tema pendiente en España como es si realmente (nunca mejor dicho) queremos que subsista la monarquía o no, y creo sinceramente que no es un asunto como algunos quieren hacer creer de partidos, sino de voluntad popular, un termómetro para saber si somos o no una democracia real (disculpen el adjetivo me sale sin querer).

Con los 50 años de Letizia los medios de comunicación se han lanzado a glosar lo maravillosa que ha sido su boda con el entonces príncipe, lo mona que sale en las fotos y el estilazo que tiene, envidiada, según dicen, por toda la realeza europea y las revistas de moda y corazón.

Las familias tienen la costumbre de crecer conforme pasan los años y se consolidan las relaciones naturales de sus miembros, de esta forma se multiplican los títulos de princesas, infantas, duques y otros entre los vástagos cuyo único mérito es el ser sucesor de alguien, pero que este estatus les da ventaja respecto a otras personas a la hora de las influencias (véase el caso Urdangarín) y una cierta pero inmoral seguridad de futuro.

Realmente (y perdón por la insistencia en emplear los derivados del vocablo) los españoles no hemos elegido la monarquía, o al menos esta monarquía a todas luces impuesta ya que se planteó en un paquete respecto a la sucesión del dictador y en un tiempo convulso por los asesinatos de ETA, el peligro de involución por parte del ejército y, sin lugar a dudas, por el interés de EEUU y Alemania de apoyar un cambio político tranquilo en una Europa democrática.

Por eso me parece que de nuevo los medios de comunicación favorecen la imagen de esta institución cuando a efectos prácticos los españoles estamos pagando la cirugía estética de esta señora o una educación elitista de sus hijas, y me temo que este asunto se trasladará a los nietos y nietas hasta que entremos en razón y exijamos que si ha de ser así, que sea al menos con la mayoría de quienes sufragamos sus gastos y caprichos.