Las trabajadoras y trabajadores de Gestión Deportiva sabemos muy bien lo que es la precariedad. Llevamos toda la vida trabajando como mulas por un salario de miseria y este verano, tras muchos años resistiendo, hemos dicho basta. Basta de no llegar a fin de mes. Llevamos 20 días de huelga indefinida, pasándolo muy mal y sin cobrar porque entendemos que no podemos seguir viviendo con condiciones tan nefastas.

Las empresas de Gestión Deportiva como Urtats, Gesport, Sedena, SoySana, Kirol Kudeaketa, ISNU..., entre otras, son empresas creadas con el único fin de ofrecer trabajo precario mientras de paso se llevaban los beneficios a su bolsillo. Ante esa tesitura, en vez de sentarse y llegar a un acuerdo con la parte social, estos jefes con nombre y apellidos han decidido aguantar y boicotear la huelga de las trabajadoras de una forma humillante. Es la peor de las decisiones que han podido tomar para las trabajadoras, pero también para su propia supervivencia. Están demostrando con su inmovilismo que cualquier otro modelo hacia la municipalización del servicio es muchísimo mejor. 

Estos empresarios, con nombres públicos que a golpe de teclado cualquiera puede buscar, aparecen como jefes de estas empresas, parece que solo para las buenas noticias, son incapaces de sentarse con las trabajadoras para buscar una solución. A pesar de que durante años han obtenido miles de euros del erario público en forma de subvenciones y pliegos. 

¿Dónde están las subidas del IPC ya pagadas a pliegos de numerosos municipios mientras los salarios siguen totalmente congelados? 

¿Dónde están las partidas dudosamente destinadas a un buen mantenimiento? 

Hay infinidad de ejemplos durante años, con el beneplácito de numerosos ayuntamientos que destinan millones y millones de euros en la construcción de nuevas pistas polideportivas, nuevas pistas de pádel, ampliaciones, renovación de cubiertas y piscinas interiores, cambios de todas las luminarias en la mayoría de instalaciones, nuevas máquinas de las salas de musculación… Esto lo han hecho al mismo tiempo que aumentaban cuotas a los usuarios, bajaban temperaturas ambiente y de agua tanto de piscinas como de vestuarios y duchas, cerraban saunas y jacuzzis, y reducían horarios de piscina y, por supuesto, mientras tenían a las y los trabajadores con el convenio congelado desde diciembre de 2020. Con unos monitores a los que no se les ha subido el sueldo en 20 años, un personal que, a pesar de llevar media vida en el 80% de los casos, está a jornada parcial y teniendo más de un trabajo para poder llegar a fin de mes. Quien causa la precariedad, como ya hemos dicho, tiene nombre y apellidos. Se hacen llamar empresas de gestión deportiva, pero lo que verdaderamente hacen es colocar a sus amiguetes, en eso son expertos, pedir todo el dinero que pueden a los ayuntamientos para luego no repercutirlo en los y las trabajadoras. 

Queremos soluciones, ¡basta ya!

*Rubén Ramallo Torán (CCOO), Núria Velasco Relats (ELA), Tamara Angulo Blanco (LAB), Sera Alonso Hernández (UGT) - Comité de huelga de Gestión Deportiva de Navarra