Buenos días señor alcalde. No nos conocemos y le tengo que decir que no he estado nunca en Castillonuevo, pero sé algo del pueblo, porque un gran amigo mío era de ese pueblo y por eso me ha llamado la atención y he leído la noticia en el periódico. Que sepa que es para mí un personaje digno de atención, admiración y respeto por los años que ha estado al mando de ese pueblo abandonado de la gracia de Dios y de los hombres que mandan en esta tierra bendita que se dice Navarra. Le prometo que iré a su pueblo lo antes posible y recordaré a mi amigo del alma, que ya se fue, pero mientras yo viva no se escapará de la vida, de la que se marchó, muy a mi pesar. Un abrazo, señor alcalde, de alguien que le admira y que, como usted dice, la política no hace falta allí, ni en la mayoría de los sitios, si hay gente como usted.