En la legislatura del cambio entre 2015 y 2019 se hizo un importante esfuerzo por fortalecer la educación pública en Navarra. En la que ahora termina, también se han hecho varias campañas a favor de la escuela pública. Sin embargo, el día a día demuestra cuestiones muy absurdas. Soy vecino del Casco Viejo de Pamplona y desde hace más de 10 años conozco a Morad. Argelino afincado en nuestra ciudad y que casi siempre ha vivido en el barrio y trabajado en Pamplona o donde ha podido.

Tras años de lucha, de burocracia, de papeles aquí y en su país, Morad ha conseguido traer a su mujer y a sus tres hijos a Navarra. Lo primero que ha querido hacer nada más traer a sus pequeños a Pamplona ha sido escolarizarlos e hizo los papeles necesarios para que fueran a la Escuela Pública de San Francisco. Al modelo en castellano de San Francisco.

Su sorpresa ha sido que desde el departamento de Educación le han dicho que, aún habiendo sitio en San Francisco, debe ir al colegio concertado de las Dominicas. ¿Un padre y una madre que eligen la pública y que el departamento no les deja para llevarlos a un centro concertado? Y además, ¿a un colegio católico siendo ellos y ella musulmanes?

Ni es lógico, ni se ayuda a la inclusión, ni a la adaptación y, sobre todo, con políticas como ésta, desde Educación no se apuesta por lo público. Esperemos que se reconduzca la situación y quien quiera ir a una escuela pública, pueda hacerlo. El consejero Carlos Gimeno, de PSN, no puede seguir mirando hacia otro lado y seguir beneficiando a la educación concertada.