Seguí con atención todo el proceso electoral en Navarra Televisión hasta las muy tantas horas de la casi madrugada, siguiendo con paciencia los escrutinios que salían poco a poco puesto que la curiosidad me picaba más que si me hubiesen picado cien mosquitos y teniéndome que rascarme sus succiones. Si bien es cierto que podía saberlo todo leyendo en éste muy leído medio, cual dirijo mi parecer, ya que en él ofrece su cuadernillo especial viendo detalle a detalle y bien reflejado todo, lo que no podía esperar es a no ver por televisión las diversas intervenciones de cada uno de los cabezas de candidatos y candidatas al Parlamento como a las alcaldías. Y, al final, a quien me interesaba oír era al presidente del partido regional en Navarra.

Tengo una idea no equívoca de lo que ha pasado y el porqué de la terrible debacle en aquel partido en el que algunos trabajamos en su día portando con orgullo y satisfacción el estandarte, pero en ello no voy a dedicar espacio aquí puesto que no merece la pena. Pero sí que voy a hacer una alusión en cuanto a la localidad en donde resido, que es por la que algunos hemos trabajado con tesón, por Villava y para Villava, y no ha podido ser por las decisiones del comité de listas del partido regionalista, el mismo que nos dio la espalda y fue irresponsable al cambiar a todos los candidatos y anulando a los que estábamos de Villava.

Son muchas las personas que durante todo el periodo electoral, así como después y viéndose los resultados, me trasladan su enfado total y absoluto con lo que se ha hecho con la lista electoral de UPN en Villava. Descontentos y quejas que, al que suscribe esta carta le hubiese gustado dar una respuesta satisfactoria a todos los indignados, pero que se ha tenido que conformar con dar cuenta de lo que ha sucedido, y lo bueno de los indignados es que se han solidarizado con los que pretendían ser candidatos y rechazando lo que ha hecho el partido regionalista. Tal es así que cada vez que hablaba con ellos antes y después de las elecciones se me decía, unos que iban a votar al PP, otros que se abstenían y otros que darían su voto en blanco. Todas estas personas votantes de UPN y que han omitido su voto para el citado partidos perdiéndolos y yéndose a otras fuerzas. Dicho de otra manera, votantes que ha perdido el partido. Las imprudencias se pagan y UPN ha recibido tanto a nivel foral como en Villava su merecido resultado. El resultado de ver que el PP haya conseguido un escaño en Villava no se debe al mérito del que la ha encabezado (tránsfuga) sino a la facilidad en la que UPN le ha servido en bandeja al candidato del PP con un equipo de candidatos de UPN que, ni tenía programa, ni los candidatos eran del agrado de los votantes de UPN de Villava. Si el PP tiene representación en Villava es debido a la torpeza y el grave error de decisión del comité de listas y de la dirección del partido regionalista. Si el partido regionalista hubiese respetado a los que en su día nos presentábamos como candidatos (todos de Villava) seguro que el PP no hubiese conseguido escaño en el Ayuntamiento de Villava y UPN-Villava hubiese logrado conservar sus 4 escaños o conseguir uno más de los que tenía (5 escaños).

El partido regionalista de Navarra ha perdido en Villava nada más ni nada menos que unos 817 votos en comparación con las elecciones forales y autonómicas de 2011 (en solitario como UPN, sin el PP, ya que no cuento los votos de las elecciones del año 2019 que era Navarra Suma, PP y UPN juntos); eso sin contar los que se han abstenido en Villava, que han sido 2.519 (una barbaridad), y que de esos 2.519 también habría descontentos de UPN o que podríamos haber conseguido para UPN. Si las matemáticas no me fallan los más de 300 votos que se ha llevado el candidato del PP en Villava (todos prácticamente votantes de UPN), más los que se han abstenido de UPN y también aquellos que hubiesen votado a UPN con el proyecto ilusionante que íbamos a ofrecer (de los 2.519), más los del voto en blanco (85, uno de ellos yo) es muy posible que UPN-Villava hubiera alcanzado los 5 escaños.

En fin. Ante este análisis se ve claramente que algo está fallando en UPN y que se lo debe de pensar bien. Lo cierto es que por mucho que el presidente del partido regionalista diga que UPN es la fuerza más votada y es la que ha elegido Navarra, dista mucho de la realidad en comparación de otros resultados. UPN no ha “ganado” las elecciones; ha perdido mucho terreno y no se puede quedar satisfecho ante estos últimos resultados de los recientes comicios. El tema es muy serio y UPN debe de hacer una autocrítica profunda porque los muebles no los tiene asegurados y el desahucio político se percibe ya. Como el partido regionalista no se ponga las pilas, haga una crítica y vaya rectificando en algunas cosas, ya que rectificar es de sabios, algún que otro le entonará el Réquiem de Mozart.

*El autor es exsecretario del Comité de UPN-Villava; exafiliado de UPN