Hace días mantuve una corta pero intensa conversación con Ramón Alzórriz, portavoz del PSN. Yo le planteé que se debía de hacer mucho más de lo que se está haciendo por las Escuelas Infantiles de Navarra. Los recursos humanos y materiales son muy escasos cuando nos referimos a lo más importante de nuestra sociedad, nuestros niños y niñas; y si no ,que se lo pregunten a cualquier padre y madre acerca de lo que es lo más prioritario en sus vidas.

Las profesionales de las Escuelas Infantiles trabajamos con lo más sagrado y a la vez más delicado de todo, y es por ello que no hay que escatimar esfuerzos a la hora de cuidar de nuestros pequeños pero grandes tesoros.

Las educadoras sabemos que la responsabilidad que tenemos en nuestra profesión es enorme. La exigencia que conlleva esta labor es muy grande porque debemos estar en el día a día al 200%, no es posible hacerlo de otra manera. Debemos tener 1.000 ojos para evitar situaciones no deseadas, porque como todos/as sabemos, los niños son niños y a veces no son conscientes de ciertos riesgos.

Deseamos con todo nuestro corazón llevar a cabo nuestra labor pedagógica como ellos, ellas y sus familias se merecen. Diariamente ponemos toda la carne en el asador, pero la realidad es que todo nuestro esfuerzo se ve muchas veces empañado con impedimentos derivados de la falta de personal. De igual forma sucede con las trabajadoras de servicios generales, auxiliares, cocineras, directoras, psicóloga, enfermera y trabajadores sociales, que a menudo se ven desbordados/as con excesiva carga de trabajo.

Sí, señores y señoras políticos y políticas, lo volvemos a repetir y no nos cansaremos de hacerlo: las ratios son elevadísimas y este cambio ya no está en nuestras manos. La pelota está en su tejado. De ustedes depende el bienestar de la infancia navarra. Todo ha de ser posible cuando se trata de la educación de los niños y niñas.

*La autora es educadora de la Escuela Infantil Municipal Izartegi de Iruñea