Como resultado de las pasadas elecciones municipales, tenemos equipo de Gobierno en el Consistorio. Como es ya es un clásico en el cohete de fiestas de la ciudad, hubo un incidente a cuenta de la exhibición de la ikurriña. Parece que el nuevo jefe de la Policía Municipal abusó de su fuerza y zarandeó a la concejal que la portaba.

Hay que refrescar la memoria de algunas personas y decirles que cuando vine a vivir a esta ciudad, hace cuarenta años, desde mi Donosti natal, la ikurriña ondeaba en todos los balcones de los consistorios de Navarra. Se supone que por esa época el Sr. Esparza, líder actual de UPN, la tenía colocada en el interior de su despacho, en el Ayuntamiento de Aoiz del que fuera alcalde. Por lo tanto no es extraño que muchos navarros se sientan identificados con esta bandera, y también los que procedemos de la comunidad vecina, aunque nos sentimos identificados plenamente con la ciudad de Estella-Lizarra y hemos participado activamente en diversos colectivos. Como dijo Ernest Lluch, tengo mi corazón partido entre Barcelona y Donosti, pues frecuentaba esta ciudad, por cierto en los bajos del campo de Anoeta están las diferentes federaciones deportivas y llevan su nombre. Yo lo tengo entre Donosti y Estella-Lizarra.

Otra cosa con la que no estoy de acuerdo es con el cambio en el tráfico en el Pº de la Inmaculada, popularmente andén, porque han suprimido la zona donde discurre el carril bici quitando las jardineras colocadas y solo se permitía circular a los vehículos que aparcaban o los que vivían en el citado paseo.

En la ayoría de las ciudades europeas, y también españolas, no permiten el acceso de los vehículos al centro de las ciudades por la contaminación y porque pienso que las ciudades tienen que ser más habitables para los que viven en ellas. Dijo el jefe de la Policía Municipal que no se iba a peatonalizar porque la travesía no puede soportar todo el tráfico, es prioritario que éste y los futuros consistorios retomen el proyecto del boulevard de Lizarra aparcado desde el año 2000, porque supondría un desahogo para el tráfico de la ciudad, ya que el actual trazado es tercermundista.