Hay que eliminar el veto, porque el veto elimina la vida. Basta de privilegios fundacionales, dinerarios, clasistas. Lo de siempre: pobres y ricos. La humanidad no supera este enjuague. Porque el mundo sigue en manos de los ricos, de las ideas que ellos se inventan y o pagan muy requetebién a los que les encargan fabricarlas, trampas y batiburrillos de leguleyos. Eliminar al contrario. Todo legal. Es cuando la ley se hace ilegal. La anarquía es el demonio para esta gente, pero el poder es el padre del demonio de verdad, el malo, el criminal, y este existe, el infierno de la guerra, del negocio de la guerra y un gobierno de judíos fascista que mata a ancianos, mujeres y niños de Palestina, como en su día hizo Franco y los nazis en Gernika.