Así como hay personas pobres y personas ricas, hay países pobres y países ricos. La diferencia entre estos países no es su antigüedad. Esto queda demostrado, poniendo como ejemplo a países como la India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad, y son pobres. Por el contrario, hay países como Australia y Nueva Zelanda, que hasta hace poco más de 150 años eran desconocidos, y hoy son países desarrollados y ricos. 

La diferencia entre países pobres y países ricos tampoco está en los recursos naturales de que disponen, dado que, por ejemplo, Japón tiene un territorio muy pequeño y montañoso y, sin embargo, es la segunda potencia económica mundial. Su territorio es como una gran fábrica flotante. Suiza, por ejemplo, sin océano, y tiene una de las mayores flotas náuticas del mundo, y tampoco tiene cacao y fabrica el mejor chocolate; país pequeño, cuya seguridad, orden y trabajo lo convierten en la caja fuerte del mundo, que en política nunca son noticia, y funciona como un reloj, y cuyo presidente acude a su trabajo en tranvía. Ojo al dato.