Según la RAE, Holocausto significa “gran matanza de seres humanos, exterminio, genocidio”. Ríos de sangre de criaturas inocentes riegan las ciudades devastadas por un depredador que, a espaldas de su propia historia, masacra con bombas, tanques y fusiles a todo un pueblo. Se le acusa de no doblegarse al colonialismo. Este holocausto se repite hoy de nuevo en Palestina, y en tantos otros lugares donde la guerra permanente alimenta la bestial maquinaria de destrucción del militarismo de la que Israel es uno de sus principales accionistas.

El resto de los gobiernos son cómplices por acción u omisión. Mientras, contemplamos paralizadas lo que muestran que ocurre. Ya han exterminado a más del 1% de la población de Gaza. La única propuesta verosímil es su aniquilación. Sería una guerra justa sino fuera porque es la batalla entre un ogro y una colonia de hormigas rehenes sin posibilidad de escapatoria. No es una guerra, es una matanza indiscriminada.

Nuevo experimento de hasta dónde se puede llegar si se tiene el dinero, la legitimidad auto otorgada y el poder para alimentar la necro-política, es decir, la gestión de la vida fundamentada en el principio de que unas vidas valen más que otras y, más allá, en la premisa de que garantizar la seguridad, la libertad y el bienestar material del 1% de la humanidad se fundamenta en privar de ellas al resto.

El pueblo palestino está dando una lección de resistencia. Una nueva oportunidad para revelarnos siempre y cuando disipemos el miedo a perder nuestra propiedad, a ser exiliadas, encarceladas o asesinadas, a convivir con la desgracia de ver cómo han sido masacradas nuestras familias. Israel siembra tormentas y recogerá tempestades. Palestina jamás se rendirá. Sino al tiempo. Parafraseando a B. Brecht, no olvidemos que este holocausto va con nosotras: “Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó… ahora se llevan a los palestinos, pero como yo no soy palestino, tampoco me importa… Luego vendrán a por mí y a por ti, pero ya será demasiado tarde”.

Doctor en Sociología