Después de vivir una campaña electoral en favor de las diferentes jornadas escolares, son varias las conclusiones que quiero compartir.

En esta carta quisiera dar las gracias a todos los equipos directivos y claustros de Navarra por el trabajo realizado durante todos estos años en los procesos de elección de jornada escolar.

Procesos dirigidos desde el Departamento de Educación, en los que a todos los centros públicos de Navarra se les ha dado el mismo café para todos/as. El hecho de que todos las escuelas públicas navarras hayan sido tratadas de la misma manera (siendo cada una de ellas muy diferente según el pueblo o ciudad al que pertenecen) es lo que quisiera exponer y cuestionar en esta carta.

Las escuelas comarcales, en su mayoría de entorno rural, han salido muy perjudicadas y no miradas en estos procesos de cambio a jornada. Por un lado las exigencias nada democráticas que todas las escuelas por igual han tenido; votación según censo, superar el 60% a favor del cambio... y, por otro lado, asumir que el servicio de autobús de vuelta sea a las 16.30 (cuando las clases han terminado a las 14.00), la obligatoriedad de quedarse en las extraescolares para poder recibir la subvención del comedor (ya que su escuela queda lejos de su domicilio), y las diferentes escuelas pertenecientes a la misma comarca que comparten transporte escolar han tenido que obtener el mismo resultado, si no el resultado de un centro decide por el otro.

Después de explicar estos 3 condicionantes me pregunto: ¿Dónde quedan esos mensajes políticos de apoyo al entorno rural, a sus habitantes, las supuestas medidas de freno de la despoblación…?

Queremos mantener nuestros pueblos vivos, con diferentes generaciones habitando en ellos y facilitando nuestras vidas en ellos. Este tipo de condicionantes son los que nos hacen sentir habitantes de segunda.

En estos procesos de elección de jornada es cuando las escuelas comarcales deberían tener iguales condiciones que el resto. Que los/las políticos/as no obstaculicen más los procesos de elección.

¿En qué se van a convertir las escuelas comarcales? ¿En escuelas que tienen muy difícil el cambio de jornada por las condiciones impuestas por el mero hecho de ser de alumnado rural? ¿Escuelas que el profesorado funcionario no escoge su plaza en ellas, o el que tienen se va porque están condenadas a tener unas condiciones diferentes al resto?

Quisiera dar las gracias especialmente al claustro de Auzalar y San Miguel de Orkoien por la actitud que ha mostrado durante estos 8 años en los que hemos votado 3 veces el proceso de elección de jornada. Claustros que, aún teniendo este tipo de condicionantes que tanto desgastan, siguen trabajando con nuestros hijos/as por su desarrollo y el del entorno rural. Eskerrik asko guztiei!