La voluntad venezolana expresada en las urnas

Esta carta no es una respuesta al escrito en forma de tribuna titulado Las actas de Venezuela, publicado el pasado lunes 26. Siendo consciente de que la percepción de cualquier hecho está condicionada por la subjetividad y que dicha circunstancia lleva a los firmantes del escrito a asumir a pies juntillas la versión "dictada" por el régimen de Maduro, viendo blanco lo que yo (desde mi propia subjetividad) veo negro, considero inútil cualquier intento de refutación por mi parte.

Me limitaré, pues, a plantear alguna pregunta que el citado escrito me suscita: ¿Cómo ha de interpretarse la diáspora de (según datos de ACNUR) al menos 7,7 millones de venezolanos acaecida fundamentalmente a partir de 2014? ¿Y qué decir del hecho de que de esa ingente cantidad de personas (y cito literalmente a la Agencia EFE) "debido a los diversos requisitos impuestos por el Gobierno para el registro electoral en el extranjero, solo 69.211 venezolanos están habilitados para sufragar"? Y en lo referente a las actas y el conteo y publicación de resultados, ¿podría alguien imaginar que en nuestro país, tras unas elecciones (municipales, autonómicas o nacionales, tanto da) nos diéramos por satisfechos escuchando al portavoz del partido en el poder proclamar su victoria sin mostrar otro dato que una cifra definitiva sin respaldo documental alguno? La pregunta es obviamente retórica, pues no admite otra respuesta que no sea un no rotundo.

En Navarra, según fuentes de la Seguridad Social, hay 1.133 personas de nacionalidad venezolana afiliadas a la misma. No se trata de potentados que hayan salido de su país para disfrutar de cuentas opacas en paraísos fiscales (¿recuerdan el bloqueo de 55 millones de dólares por parte de Andorra de sobornos de la red chavista que saqueó PDVSA Petróleos de Venezuela S.A.?). Se trata simplemente de migrantes forzosos que, ante la ausencia de perspectivas vitales en su país, han terminado contribuyendo al bienestar de nuestra sociedad. Mi simpatía y solidaridad para con ellos y mi deseo de que "la voluntad venezolana expresada en las urnas" [sic] sea finalmente respetada.