Gran equipo
El lunes 2 de septiembre, mi pareja y yo ingresamos en Maternidad del Complejo Hospitalario por rotura de bolsa. Ambos estábamos nerviosos y no sabíamos qué iba a ocurrir a partir de entonces.
Quería mostrar mi agradecimiento a las chicas que me cuidaron mientras estaba monitorizada. Mientras yo les cosía a preguntas, ellas me contestaban a todo intentando tranquilizarme.
Después de valorar la situación, nos subieron a planta y mi pareja y yo pasamos la noche entre nervios y alegría, había llegado el día.
Al día siguiente, después de tomar la decisión de provocar el parto, todo empezó a ponerse en marcha: enfermeros/as, auxiliares, celadores/as, pero sobre todo ginecólogos/as y en especial el matrono (Mikel), estuvieron a nuestro lado en todo momento haciendo que nunca sintiésemos miedo.
He de confesar que sentía cierto recelo con los profesionales de la salud, pero esta experiencia me demostró que se puedo confiar y debemos confiar.
Gracias a todo@s por vuestro trabajo, pero sobre todo por tener un tacto delicado.