Este domingo me dirigía con mi sobrino de 6 años al estadio para ver el encuentro de Osasuna contra el Rayo Vallecano. Acostumbro a fotografiar el autobús del rival y me acerqué hasta donde estaba aparcado para obtener la instantánea. Al sacar el móvil del bolsillo de la cazadora se me cayó al suelo el carné de socio del pequeño. Me di cuenta que no tenía la tarjeta al dirigirme a la puerta de acceso. Regresé por el camino trazado pero no la hallé. Todo ocurrió en un intervalo de cinco minutos.
Preguntamos a los porteros y nos indicaron que una persona había mencionado que había recogido una tarjeta extraviada y que iba a entregarla al responsable de Osasuna. En el tiempo de descanso, este responsable vino a nuestro sitio en el estadio para devolverla. Escribo estas líneas para agradecer a la persona que encontró el carné de socio y al club por la celeridad. ¡Muchas gracias!