Agur Jorgito! Gero arte amigo!
Kaixo Jorgito. ¿Qué tal estás? Espero que bien. El otro día pasé cerca de la plaza de toros y la encontré muy triste. ¿Sabes por qué? Porque ha perdido a un ilustre inquilino, y ese eres tú.
Cuando fui al tanatorio te vi en el ataúd y ahí estabas todo elegante con tu pañuelo de La Jarana y rodeado de multitud de coronas de flores. La gente te quería, Jorgito, ya lo creo que te quería.
Al ir a despedirte al cementerio, no cabía un alfiler en el crematorio. Estaba tan lleno como La Maestranza de Sevilla cuando toreaba Curro Romero. ¿Tú estuviste allí, verdad?
Te bailaron un aurresku, sonó un Agur Jaunak y se tocó Silencio en tu honor. No pude evitar las lágrimas. Vamos a notar mucho tu ausencia en la Txantrea. ¡Ah! Se me olvidaba, cuando estés con Bigiristi, dale un abrazo muy fuerte. Agur Jorgito! Gero arte amigo!