Estoy de acuerdo con Miguel Fernández en su carta Manifestación del odio, en la que refiere que desde la toma de posesión de Pedro Sánchez en 2018, la ofensiva contra el Gobierno legítimamente elegido ha sido una constante.

El PP ganó las elecciones, pero fue incapaz de formar una mayoría, solo alcanzó acuerdos con VOX, pero no les daban los números, aunque Feijóo ha dicho varias veces que no gobierna porque no quiere. 

Los rifirafes que montan en el Congreso, sesión tras sesión, no beneficia a nadie y sacan temas que nada tienen que ver con los propuestos, y en temas de Estado, no apoyan al Gobierno de su nación.

En las instituciones europeas, hablan mal de su propio país, aunque la economía, el desarrollo industrial, tecnológico, la transición energética, va progresando mejor que en otros países europeos y eso ha sido reconocido por algunos países.

Ahora dice el PP que va a organizar el partido un Congreso, poco menos que para salvarnos y solucionar los problemas, porque este Gobierno es un desastre, todo es del “color del cristal con que se mira”, como se suele decir.

Creo que Feijóo no tiene afianzado su liderazgo en el partido, porque la reina de la Puerta del Sol se lo quiere arrebatar, tiene muchos apoyos dentro del aparato, entre ellos, el de Esperenza Aguirre. La noche electoral de 2018 ya pudimos oír gritos de “presidenta”, en vez de “presidente”.