Querido Juan Luis: no digamos qué pena por José Ignacio; celebremos su legado. Fue mi compañero en la vida, el trabajo y el compromiso con Pamplona, especialmente como concejal de Urbanismo. Hablo como su pareja de hecho, inscrito en registro con una antigüedad de 33 años y desde los mensajes de gratitud de familia, amigos, vecinos, empresarios, técnicos y políticos que admiraron su vitalidad, humanidad y gestión.
Corrige que “entró como concejal de UPN”. No fue así. José Ignacio, independiente, se unió a las listas de UPN tras conocer a Yolanda Barcina, cuya visión para Pamplona compartía. “Esta mujer es un crack”, me dijo ilusionado. Juntos hicieron realidad sus sueños para la ciudad.
Me asombra que compartas el artículo de Diario de Navarra de Mendiri, lleno de inexactitudes y faltas de respeto. Solo el titular debiera generarte rechazo. Llamar a una señora de la categoría de Yolanda solo por su apellido en el titular es una falta de elegancia. Yolanda, Yolanda Barcina o al menos señora Barcina. Además, el texto insinúa polémicas infundadas:
• Plaza del Castillo: retirar ese aparcamiento es impensable para los ciudadanos.
• Plan General Municipal: aprobado por unanimidad el 18 de diciembre de 2002, incluido IU y la izquierda abertzale, un hito en 20 años. Los locales de BelNature eran alquilados, no propios; por ello la acusación no prosperó en tribunales.
José Ignacio dimitió en el tercer año de legislatura, desencantado por las luchas internas en UPN, no por las asperezas con la oposición. Su carácter conciliador logró consensos históricos.
Sobre BelNature, antes de 1999 tuvo 25.000 clientes. Entró en concurso de acreedores en 2002, afectando a 80 familias. Liquidamos todas las deudas con trabajadores, proveedores, bancos y Hacienda, pese a los bolsillos vacíos de los socios. El concurso no fue por la crisis de 2008, sino por los daños ocasionados por presiones de Caja Navarra y la Corporación, que resistimos para mantener la empresa libre de política.
José Ignacio fue un empresario humanista y un político independiente que buscaba el bien común. En su enfermedad, Yolanda y Manolo, junto a una concejala de la izquierda abertzale y su esposo, nos apoyaron. Su legado trasciende etiquetas políticas. Pido criterio, respeto y periodismo riguroso. No hagas dramas, agradezcamos haber compartido camino con un gran ser humano.