Escribo para que de una vez por todas se puedan poner aires acondicionados en las fachadas de las casas. Esa ley (que no sabemos de dónde se le han sacado) ya es retrógrada. Con los calores que está haciendo tan largos y persistentes, hay ciudadanos como mi madre, con 91 años, y muchas otras en la misma coyuntura, y con niños pequeños, que necesitan poner estos aparatos, ya que, como en tantas ciudades españolas, están en las fachadas y no pasa nada. Ya se necesitan, incluso también en las ciudades del norte, aparatos de aire acondicionado para poder subsistir. Nos dicen que por estética, pero qué narices de estética, señores, lo que hay que mirar es la salud de los ciudadanos, señores políticos, que ustedes en sus casas seguro que tienen el aire puesto y se las trae muy floja que las personas mayores y niños estén sufriendo y muriendo en muchos casos, ya que las casas son un infierno de calor y no pueden soportar estas temperaturas. Pedimos para nuestra madre poner un aire acondicionado en la pared del edificio y nos lo niegan por la absurda ley de estética. Señores políticos, o derogan esa ley tan obsoleta o en sus conciencias estarán más muertes por calor. Señores míos, el cambio climático está afectando a todas las zonas de España, pero en Madrid, Alicante, Valencia, Sevilla, etcétera, ¿se imaginan si no pudieran poner aire en esas zonas? Habría muchas muertes, pero allí la ley de estética se las trae floja, y aquí habría que cambiar de una vez por todas. Pónganse las pilas, señores políticos, y deroguen esa ley tan absurda, y dejen vivir a las personas, mayores y niños. En sus espaldas recaerá la responsabilidad de tantas muertes que se podrían evitar. Ya ni cuento el obsoleto estado en que están los centros hospitalarios, que ya sería lo mismo que está pasando con los edificios. Dais pena, políticos de pacotilla, pero espero que en el caso de mi madre no termine mal, porque si no llevaremos a los tribunales estos casos de dejadez. No basta con que salga la Aemet diciéndonos que va hacer mucho calor, hay que poner remedio para que se pueda mejorar, y en sus manos está. Espero que recapaciten y se pongan manos a la obra, ya es hora, señores políticos. Gracias por lo menos: el poder escribir y manifestarnos. En lo posible deroguen esa ley tan absurda, por favor.
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